Thursday, April 19, 2007

Blue Sessions


La mayoría de las veces entro en pánico cuando veo una hoja en blanco. Me cuesta llenarlas de palabras que formen algo coherente e interesante para quien esté del otro lado leyéndolas. Cuando estoy caminando por la calle, o viajando en bus, mi cabeza germina un montón de ideas que después, cuando estoy sentado frente al monitor no puedo desglosar. Creo que el problema radica en que leo bastante: libros, revistas, blogs, periódicos, y lo único que pienso, con gran susceptibilidad, es en imitar estilos. Todavía no encontré mi verdadera voz. Cuando leo todas esas genialidades que todo el mundo escribe menos yo, lo único que me queda es una sensación de vació cuando leo algo mío. Entonces es cuestión de borrar y empezar de nuevo. Y así comienza un círculo maldito.

No es que no haya vivido lo suficiente. No hay ningún tipo de parámetro para eso. Creo que mi vida en los últimos años ha tomado un camino más que interesante y lleno de sorpresas. Entonces por qué no escribir sobre eso? Debería ser sencillo, uno escribe de lo que sabe y de lo que alguna vez ha experimentado. Estoy totalmente convencido que no hay profesión mas honesta que la del Escritor. Se escribe con el corazón. Se sufre, entonces: Por que no existe una comunicación más fluida entre mi corazón y mi cabeza? Quizás la respuesta esté donde nunca la he buscado.

Me gusta leer a Gregory Corso. Y a Alejandro Dumas. A Baudelaire, Dylan y Bukowski. Jack Kerouac, Truman Capote y J.D. Salinger. A Hunter S. Thompson, Aldous Huxley y George Orwell. Genet, Cocteau y Rimbaud. Allen Ginsberg, Henry Miller y Ernest Hemingway. A Cortázar, Pérez-Reverte y Neruda. Paul Auster, Paul Bowles y Hanif Kureshi. Poe, Kesey y Murakami. Ray Bradbury, Milton y Burroughs. Snider, Whitman y Yeats.
Hesse, Nabokov y Arthur Miller.

No estaré sufriendo lo suficiente. Tampoco creo tener que llegar a tales extremos y entonces bajo el manto delicado del delirio o del hambre llegar a escribir una rapsodia con el alma. Leer es una actividad que me ocupa una buena parte del día, y no se de otro momento donde me sienta en acojonante armonía. Pero a la vez me deprime la sensación que me deja terminar de leer un pasaje y creer que jamás voy a lograr algo así.

2 comments:

Lucía Foos said...

Sal, si lo que yo he leído por estos tiempos en tu blog es tuyo, no tenés de qué preocuparte, corazón.
Supongo que nos pasa a todos. Leer algunas cosas y decir, puta, si ya este tipo escribió así, para qué carajo voy a escribir yo?...
Escribir es una fina capa de hielo debajo de la cual se esconden los secretos del alma. Para qué uno (o una) escribe, para quién y todo lo demás, hacen nuestra escritura. Sin embargo, qué sé yo... que haya existido un Salinger, un Flauvert o un Cortázar no es motivo suficiente para mantenerme alejada de mis propias palabras. No hay cupo de inscripción en esto. No pretendo llegarles ni a la sombra.

El secreto está en no dejarse apabullar.


Un abrazo porteño, de una mujer en espirales.

latinoamericaneando said...

Tampoco es indispensable ser un sufridor para escribir de PM ... Y si no que se lo digan a Sabina jeje... me encanta leer tus reflexiones, lastima que no tenga tiempo para gacerlo con más clama. Un abrazo desde Quito. José