Monday, January 22, 2007

De Cartinas



Es la una y media de la tarde, llevo la capucha de un buzo bordo puesta en la cabeza, un cigarrillo prendido se consume a la izquierda del portátil. El frió boreal entra por una de las ventanas abiertas del living de casa. El correo llegó temprano hoy, unas postales de amigos viajeros hicieron de la mañana algo distinto. Dos para mí, y una para Victoria.

Las pegué en la pared con las demás. A mis amigos que ocasionalmente y a los que asiduamente leen el blog les digo que manden o sigan mandando postales, de verdad me hace muy feliz saber por donde están y que están haciendo de su vida. Es una forma de mantenernos comunicados y de seguir alimentando una pasión que en algún momento nos juntó y que nos sigue uniendo a pesar del distanciamiento físico.


Una postal a mil correos electrónicos. Una poesía a diez oraciones banales. Una historia a una respuesta sin ganas.



3 comments:

caro.rodriguez said...

es cierto, es mejor el ritual de las viejas cartas a los correos eñlectronicos, pero de todos modos a veces paso dias en esperas de un sonzo mail...


saludos y que alegria recibir noticias de amigos (por la postal digo)... adioc!

Lucía Foos said...

¿Cuándo actualizarás, desconocido?...


Leerte tan de viaje me tienta; me muestra que el tren que me lleva a otras opción en la vida (en este caso, la del anden de viajes; tengo muchos andenes de opciones) todavía aparecerá en la próxima estación si yo decido bajarme del que estoy ahora, el más cómodo, el del aire acondicionado y la Carrera Universitaria.


Quiero más de tus palabras, desconocido.

Lucía Foos said...

PD: no me gusta hacer esto, pero estoy en una situación particular, Sal. Y me gustaría mucho, realmente mucho, que te dieras una vuelta por Contraneurosis y leyeras la última entrada.