Wednesday, December 27, 2006

Dublin City Jazz Session


Vol. II

The city lights strikes right
Into my mind
Here upon this grey
And sad street
I look wide eyed to the black
And starry night

Seems like everything flows
Just fine under O’Connell Bridge
The place where our souls
Cry and moan in the
Journey at the center
Of the night

No limericks and lullabies
No forsaken fairy tales
And hocus pocus magic realisms
Will undo what I have done,
Time will tell if I am right
But definitely I’ll do my best
To bring it down

Now the rain comes all right
Tiny drops pour down my face
Will I ever see a blue sky?
Don’t care too much,
Let it all come down.

Capel Street, 14/12/06

Picture: George Street.


Wednesday, December 20, 2006

Dublin City Jazz Session


Vol. I

I never found true happiness
till I put my butt on the road,
simple thoughts over simple things,
simple values over sorrow pleas,
transforming what's not to touch,
endless commentaries that shutters
what a beach boy said,

Back vocal lyrics
over asthmatics senses
shallow holes filled of nefarious hands
struggling to go afloat,

White is the sand that lies beneath
the deep of the ocean,
remember one thing and don’t loose your grip
true lies within us all,

Relaxing the back in a nice black and blue
velvet leather sofa,
the warm sip of the red wine
that goes merry go down my throat
relaxes all of my senses,
feeling complete I am, yes I do,
that brings me naturally to a fine
vineyard in a French campagne,
oak barreled fueled tanks
tangerine and raspberry flavours
tracks down the colours in my
wide and dilated pupils spiced up
with finest herbs man can ever find,

I listen to the wind whisper tender thoughts
through my ears,
erotic movements in my soul
walkin’ by these sweet and red Ballsbridge boulevards,
the rain pours down my shoulders
the suit shrinks
and the tie strangles
what was left of my youth,
no more hair long
no more piercing
or whatsoever,

That magic feeling wraps this unbelievable and disastrous
monotonous existence,
falling far from below away this tears that runs
through my cheeks,
believing the impossible that turns
just ‘round the corner,

Carry that weight,
carry that sweet rendezvous of the night
on your shoulders,
It’s only an island if you look it down
from the water,
no matter what’s to expect,
it’s a realization of your dreams
canalized in go go dances
under sad and weary neon lights,

People go by
go up
go down
go straight
go gay
go sad
go daylight
go night
go crazy
go fast
go sweet
go tender
go bollocks!

Walk down the bohemian
and crowded streets and
take a good look to the people,
delusion and broken hearted hobos,
lonesome travelers,
desolated angels,
on the road goers,
backpackers full of angelical curiosity,
anti-political killers of the system
desirous of everything,
the streets flow with satirical
and angry rhapsodies,
protest what's to protest
Strike! Create! Sing! Write!

Lay round your heart and play
with the beautiful side of life,

Look far from that dirty and weary
window of the small café,
you’ll be amused and find yourself
watching everybody undress
their souls in front of you,
shut your eyes for a moment
and imagine quintessential life stories
of these poor and torn bastards,
struggling to stay awake
from a nightmare
that hunts
us all,

The night comes all right,
bright and starry,
delightfully desperate
howls at the break of dawn,
in its sweet and gorgeous
presence
lights the path
for the junkie,
who consoles his own
habit
seeking true and restless happiness
in this bitter
life,

But above all things,
believe in the power of
change,
there’s always somebody out there
who’s willing
to tend us a light
at the end of the tunnel.

Capel Street, 10/12/06

Picture: O'Connell Street

Thursday, December 14, 2006

De Cafetines y Ventanas


Mirar por la ventana de un café es como ver la televisión, pero claro…mucho más entretenido. Ver la gente pasar es una actividad que tomé por costumbre a medida que empecé a viajar. Siempre sentí la extraña necesidad por entender el comportamiento humano, y estoy ciento por ciento seguro que la calle es la que nos muestra la verdadera realidad de las personas. Cuando me siento a tomar un café y no tengo nada para leer no me queda otra que apoyar la pera sobre la palma de la mano y mirar hacia afuera por la ventana. Puedo llegar a pasar horas sentado en una silla mientras miles de personas que no conozco desfilan ante mis ojos. Sólo me distraigo cuando la camarera me llena la taza o tengo que correr al baño. Si tengo un block de hojas a mano trato de bajar a letra lo que más me llama la atención, quizás me sirva para algún personaje que en el futuro quiera retratar. La manera de caminar es la que me ayuda un poco a descifrar la personalidad de la gente. Y basándome en esos detalles monto numerosas historias que sólo a mí me entretienen. Cabe aclarar que no lo observo por el lente de un periscopio, no me escondo detrás de un gran angular, trato de estar lo más cerca posible para poder captar esos miles de gestos que definen a una persona. Por eso prefiero sentarme en una terraza, no hay afiches o menús colgados que te dificulten la vista. De esa manera logras también ver otros guiños que a la distancia son bastante difíciles de percibir.

Es disímil la variedad de personas que pasan delante de esta ventana de este café en Wicklow Street. Caminan solas o acompañadas de la mano, algunos hablan por teléfono o escuchan música. En este frío boreal los abrigos llevan el color y elegancia de la calle. Los más jóvenes apuestan por camperas siguiendo los cánones de la moda y algún que otro perdido camina con un simple saco de pana, mientras tanto la gente de oficina camina orgullosa con sus trajes recién horneados y salidos de la tintorería, cortados a la perfección por el sastre de la familia.

Ahí viene la que mira hacia abajo mientras camina, quien sabe que estará pasando por su cabeza. Otros miran al cielo, buscando algún tipo de respuesta a una pregunta substancial. Están los que miran la vidriera de los negocios y en esos ojos bien abiertos un efecto anime destella temblequeando. Los que fuman y disfrutan de su cigarrillo, los que fuman y lo tiran desesperados, prometiéndose que ese fue el último. El que está apurado y la que camina en una burbuja acaban de chocarse, el que está apurado no tiene tiempo para pedir disculpas y la que camina en una burbuja no se da cuenta. Ahora viene el que ríe, mostrándole la hilacha al frío, totalmente abrigado de pies a cabeza.

Entre los que caminan delante mi ventana están los hindúes, los polacos y los irlandeses, los italianos y españoles, los checos, chinos y árabes, también están los australianos, alemanes y suecos, franceses, húngaros y canadienses. Los malayos que caminan en grupo se corren para que el uruguayo pueda pasar entre ellos. El irlandés habla por teléfono con el francés que trabaja en una agencia de reclutamiento, si tiene suerte el Lunes empieza a trabajar. El hindú le pregunta la hora al español, y la australiana que pasó por el costado chequea el dato en su teléfono. El chino se ata los cordones en el medio de la calle sin importarle que por atrás el polaco camina apurado porque esta llegando tarde al trabajo. El italiano seduce a la sueca que mira para un costado para ver por donde puede escapar. El húngaro de rastas toca la guitarra y la pareja de turistas alemanes tira unas monedas en el gorro de lana de la tailandesa, novia del guitarrista.

Entonces llega la noche y la gente le concede el protagonismo a la soledad de la calle. La luz del día baja tenuemente y el sol se pierde exiguo entre las catedrales del sur de la ciudad. La camarera me avisa que están por cerrar, entonces pago la cuenta y me abrigo.

El argentino camina con las manos en el bolsillo, deseando llegar a su casa y tomar una copa de vino.

Wednesday, December 06, 2006

"Todo bien..."


Es lo que generalmente respondo cuando me preguntan como me fue en algún viaje. No se, quizás se esperan un relato oral extenso lleno de picantes anécdotas y aventuras, pero sencillamente lo único que sale de mi boca es: "Todo bien...".

Con el tiempo uno descubre la manera de contar lo sucedido. El bloqueo inicial es algo totalmente normal, sobre todo cuando unas quince personas te reciben en el aeropuerto y entre besos y abrazos esperan que les cuentes todo. Entiendo perfectamente su curiosidad, solo que algunos no están dispuestos a escuchar un: "Todo bien...".

Es bastante complicado tener que elaborar todas las historias apenas llegar, y mas cuando estas vaciando la mochila y poniéndote al día con tu correspondencia, o te queres pegar una ducha bien merecida por no haberte bañado en los últimos tres días. Automáticamente lo que sale de mi boca es un honesto y también perezoso: "Todo bien...".

Cuando las anécdotas florecen en la cabeza y uno empieza a relatarlas parece que la necesidad de saberlo todo por parte de los oyentes es tal que no se contentan con lo ya dicho. La repetición de historias es una constante y cuando la fatídica pregunta llega, la respuesta no es mas que un: "Todo bien..." encogiendo los hombros.

Las fotos ayudan a llevarla un poco mejor. Pero también tiene su lado oscuro. Tener que explicar todo y hasta el por que de cada foto transforma algo tan simple en algo agotador. Muchachos por favor, empiecen a interpretar un poco las fotos, no todo tiene un donde y por que. Eso es lo más lindo de la fotografía, capturar un momento totalmente simbólico para uno que no se puede y se quiere explicar.

Poseemos, todos, una naturaleza especial a la que me subordino sin ningún tipo de discusión. La gente quiere saberlo todo, por qué no?. Así que lo único que les puede decir es: “Todo bien”.


Friday, December 01, 2006

Martes Gris en una Fria tarde en Dublin

Acá les dejo un relato que escribi y fue publicado para un Blog Colectivo. La idea principal de este Blog es postear nuestros martirios. La rutina se basa en una convocatoria abierta bajo un lema determinando, un período para la publicación de posts en cada una de las bitácoras que deciden participar, edición del material recibido y publicación del post definitivo con aportaciones del autor anfitrión. Si les gusta la idea y quieren participar esta es la dirección: http://colectivocarrousel.blogspot.com/

Para terminar de leer el relato tambien dirigirse a la misma direccion.




El despertador sonó a las doce, las cortinas del cuarto estaban abiertas. Un débil rayo de luz fragmentaba la espesa oscuridad de la habitación. Abrí los ojos como pude, los sentía terriblemente hinchados, esas mañanas que uno se levanta lamentando lo sucedido la noche anterior. El cielo estaba cubierto por un fino lienzo de nubarrones que ocultaban al sol que endeblemente calentaba la ciudad.

Un día más.

Me levanté de la cama, comí unas tostadas con mermelada de frutilla y una pinta de agua fría. Me lavé la cara y los dientes, soy de las personas que se bañan por la noche. Me cambié y no más de la una y cuarto salí de casa. Pasé por el kiosco a comprar cigarrillos. "10 Camel Light please", una friolera de casi cuatro euros se van por la basura. Soy asmatico pero no asimilo mi enfermedad, delirios de super hombre, y siempre termino pagando por los altos impuestos que imponen los gobiernos contra las grandes tabacaleras. Después pasé por el locutorio para llamar a la vieja, necesitaba averiguar unos datos para tramitar mi residencia en Dublín en la embajada italiana. En realidad avisarles a los italianos que estoy viviendo en Irlanda para que no me llamen a hacer el servicio militar, que sigue siendo obligatorio.

No tenía ganas de caminar hasta la embajada, aunque sólo me tomaría media hora. Me subí al número 7, viejo y conocido bondi que me acercaba hasta mi antiguo trabajo donde laburé durante ocho meses. Me bajé en Northumberland Rd., un hermoso boulevard arbolado de embajadas situado en uno de los barrios más chic de la ciudad. Crucé la calle y enfilé hacia la embajada. Toqué el timbre y por el portero eléctrico una voz en off me atendió.

- Pronto, dijo en perfecto italiano. Me agarró desprevenido, pensé que me iban a atender en ingles.

-Ehhhhh, Buon giorno, wanna know if...

-Eh chiuso, its closed, me interrumpió la amable voz de la embajada.

Un aviso con los horarios de atención al público colgaba a la izquierda del portero eléctrico. Martes: 10 a 12. No se porque pero en todas las embajadas los horarios al público se restringen a unas pocas horas por día. Me pregunto si realmente trabajan y por qué no me apunté en una carrera diplomática.




Tuesday, November 28, 2006

Correspondencia desde una Punta a la Otra


Aca les paso un fragmento de una conversacion con uno de mis mas entranables amigos. El que consiguio llevarme silenciosamente por el sendero de las letras, aunque me esfuerze y no lo logre. A pesar de la distancia y de que extrano nuestras conversaciones limadas en alguna callecita perdida de Olivos, es bueno saber que seguimos siendo los mismos perdidos de siempres.

Pura improvisacion, o estado vegetal de la mente...


:::: Este NO soy yô :::: says:

lo importante es permitir el vuelo interno... estamos rodeados de ancla y nos temen...

:::: Este NO soy yô :::: says:

pero hay que cagarse, en todo....

:::: Este NO soy yô :::: says:
pero bien...

Sal Paradise says:

si, nos temen los perezosos y los que susurran porquerias en la oscuridad

:::: Este NO soy yô :::: says:

hay un asco de ideas volando como basura muerta de martes en la noche por las calles. Yo la miro, la piso y tengo miedo que me manche, prendo un pucho y apunto a la avenida, que cagar....

Sal Paradise says:

pero no tires esa colilla, que se vuela con el viento para terminar reposando tranquila, sobre la rodilla de un fiel fauno deletreando sopas de letras con una pequena y ansiosa hada madrina

:::: Este NO soy yô :::: says:
alquitran que no da... Diez dìas de choto... punto final y coma a la izquierda.
quien soy?, me pregunto, mientras miro un cuadro en blanco...

Sal Paradise says:
no te asustes en llenar algo en blanco, solo un pincel y un balde de alquitran es suficiente para crear algo que una persona en el futuro dira: esto es POP!

murmullos en la carretera,
te das vuelta
y te preguntas
quien es el que silba

recorres las lineas pintadas
y apoyas tu culo
sobre el siempre
termico asfalto

:::: Este NO soy yô :::: says:
Y no estàs solo
estàs en tu tierra
que es aquella
que reposa bajo tus pies
y està el aire de mar
como recuerdo
y alguna sonrisa
que jamàs vas a volver a ver

Sal Paradise says:
no consigo despedirme de los angeles
quienes imploran que desangre
un mar de dudas
y de naufragios
mi alma estara tranquila
el dia que repose suavemente
sobre la fina hierba dorada
de un campo de trigo
entonces me levantare para seguir
donde los caminos
vierten sus eternos lazos
y terminar reposando
en una aldea de perdedores
que no pierden nada

Friday, November 24, 2006

Journey to Africa's Gate

Acá les dejo una parte de un relato que escribí el año pasado y que fue publicado por una serie de paginas de Internet de viajes. Si quieren leer el texto completo y ver algunas fotos que saqué pueden ir a:

http://www.realtraveladventures.com/August2006/journey_to_africa_s_gate.htm

Espero que lo disfruten...


"The journey took us into the heart of the Riff Mountains, the road was twisty and in bad condition. Paul McCartney's acid interpretation in 'You never give me your money' from Abbey Road sounded from the CD player, whilst we encountered people running beside the road waving their hands offering us big packets of what we later found out from a local guy was hashish, a common thing to do in that region.

We found a very cheap hotel in the ville nouvelle, left our backpacks in the room and wondered down to the medina. When we entered the medina a completely new world appeared before our eyes. People stared at us with such intensity we felt like we were people running away from a mental institution. I gotta tell you that we never felt that watched before, we were starting to wonder when they last saw foreign people.

Chauen´s medina is small and quiet, houses and stairs are dyed with soft blues and cream colours giving a sensation of coolness and cleanliness. You just have to let go of everything else and get lost in the hundred of tiny narrow streets, trying no to bump on beggars sitting on the floor and street dealers offering you hash or marijuana. You have to answer politely but firmly and they won't bother you any more. If you pass by any house-shop you will get the inevitable offer of visiting: 'Please feel free to look around and touch, there is no need to buy, try it!'

The real thing is that you feel terrible entering their houses and not buying anything at all, all quality products and everything so beautifully on display. They even offer you tea or coffee. But you always end up feeling guilty because you wasted his time. During the next days we began to understand that it was all part of the game, so we relaxed and enjoyed.

We decided to stop to have a mint tea in a typical coffee place, where woman are not allow to enter, when something incredible happened. For the first time, we heard the chants to call the people to prayer, coming from the speakers from one of the many mosques. It felt like time stopped and we were special guests in an Indiana Jones movie. The first stage in this amazing trip was as good as it gets. We went to sleep and woke up early the next morning to go to our next stop."

Thursday, November 23, 2006

Debajo de la Cima


No tengo dudas acerca de mi a cada ratos alienación social. Es bastante normal que llegue al punto de querer desaparecer y meter la cabeza dentro de un agujero, con la esperanza de caer en un mundo "Maravilloso" con criaturas especiales que me guíen por lugares que no conozco. No lo busco de esa manera, nunca tuve problemas en conocer gente nueva y empaparme de su conocimiento. Soy un observador de profesión y un curioso de la ostia. Pero hay momentos en lo que no me siento completamente social, y me transformo en una especie de ermitaño que encuentra su lugar en el mundo en un rinconcito virgen, alejado del resto.

Viajé mucho tiempo solo. Me gusta el desafió de llegar a un paraje desconocido desconociendo lo conocido. Me gusta caminar entre miles de personas y que nadie sepa nada de mí. Me gusta sentir el roce de la gente, la sensación de ser parte de una sociedad X pero al mismo tiempo no involucrarme en ella. Si camino por una calle transitada, trato de mirar a toda la gente que pueda a los ojos. Buscarles en un gesto, una mirada, en su andar, o en algo mas simple como el color de sus ojos, algo que les pueda robar.

Me gusta ver a la gente en un aeropuerto. Es como un mercado de pulgas de sentimientos. La ansiedad, alegría, tristeza, nostalgia, indiferencia; el placer y el dolor, todo concentrado ahí mismo, en un lugar tan frívolo como solo puede llegar a ser un aeropuerto.

Me gusta poner la cámara a un costado del escenario. Me gusta encontrar el ángulo perfecto, el abierto, el que no solo me permite retratar a los que llevan la batuta sino al resto, lo que tiene color y cuerpo. Al que observa y al que se muere por estar ahí.

Estos momentos que me regalo como observador social son los que marcan el camino que deseo recorrer. Solo tengo que estar al ciento por cien atento. Para que cuando algo haga click!, sea como una luz que te tienden al final de un túnel.

Wednesday, November 22, 2006

Conversaciones culinarias bien temprano a la Mañana

Hoy me levanté a las diez y media. Podría ser peor teniendo en cuenta que ayer me acosté a las tres de la mañana. Me quedé mirando dos películas de los Monty Python's. Sigo convencido que Michael Palin es el mejor dentro de un grupo de grandes talentosos. Me levanté de la cama de la mejor manera que pude, hacía un frió increíble y la verdad que no tenía demasiadas ganas para levantarme. Fui para la cocina, puse agua a hervir y prendí la computadora.


No tenía ningún mail importante por responder y me tiré un rato en el sillón mirando hacia la ventana. El día estaba nublado y una helada brizna cortaba el sentido de pertenencia que se apoderaba dentro mío en ese momento. Cerré bien la ventana y me volví a tirar en el sillón. Mis compañeros de piso nunca están a esta hora así que aprovecho para mirar al techo y contar en mi cabeza el poco dinero que me queda. Apenas tengo para pagar el próximo mes de renta y vivir con lo que sobre. Éramos tan pobres pero tan felices dijo Hemingway en "Paris era una Fiesta". Teniendo en cuenta que es uno de mis autores predilectos lo tomo como un desafió y una manera de emular un poco su vida bohemia y glamorosa. Como el glamour no me interesa y cada tanto me gusta coquetear con la bohemia empecé a recortar gastos. Dejé de comprar cigarrillos para pasar a fumar tabaco de liar, que a la vez lo compro más barato a una de las viejitas que venden frutas y verduras en Henry Street. No mas carne en la heladera, demasiado cara y tampoco es buena, quizás es uno de los pocos argentinismos que me quedan pero no soporto comer carne dura. Mi dieta se basa en arroz, pasta y pollo. Ojo, me lo curro en la cocina de todas maneras. Nada de andar comiendo mal por ahí y encima caro. Lo bueno de vivir en Dublín en épocas de vacas flacas es que no te morís por ir a comer afuera porque la oferta es bastante floja. No saben comer acá y lo poco que se destaca entre tanta mediocridad son los siempre fieles restos chinos y algún otro étnico. No es extraño ver todos los restos italianos y franceses atiborrados de gente. Lo que si es raro es ver lo caro que son los precios. No conocen el concepto de buena cocina a buen precio. Por algo será que el plato nacional es el "fish n' chips".

En fín. El te consiguió la temperatura justa para tomarlo. Las tostadas saltaron felices y calientes del tostador. La mermelada espera ansiosa a ser esparcida. El sol salio tímidamente y pidiendo permiso.
Puede llegar a ser un buen día.

Sunday, November 19, 2006

Saturday, November 18, 2006

Book Reviews

Siguiendo la nueva sección de los Archivos de Mountjoy, acá les dejo un nuevo Review de un libro que disfruté muchísimo leer. En que momento lo agarré y que estaba haciendo de mi vida.

Uno de los libros que más rápido devoré, sino el más rápido, fue "Pulp" de Charles Bukowsky. Si mal no recuerdo es posible que no me haya tomado más de cinco o seis horas leerlo de pe a pa. Ya había leído algunas cosas de Hank en Dublín como Factotum, Post y Women. Esta traduccion al castellano la compré una semana que nos fuimos de fiesta con unos amigos del Kitty's a Madrid, pero la leí en mi segundo giro por Europa. Un viaje que hice por Gran Bretaña.

Recién había llegado a Card
iff, capital Galesa. Un quilombo de gente en la calle a las once de la noche me dio la bienvenida cuando pisé la estación. No estaba enterado de que la fiesta de Halloween se festejaba ese día. Todo el mundo estaba borracho menos yo. Estaba cansado, sucio y de mal humor, con muchas ganas de pegarme una ducha caliente y meterme en una cama con sabanas limpias. Me acerqué a un teléfono público y llamé a un par de hostels para ver si tenían una cama disponible. Todos estaban llenos. Caminé un par de horas por la ciudad para ver si encontraba algo pero fue imposible: "Sorry mate, fully booked". La mochila empezaba a pesar más que nunca. Volví a la estación de tren. Ya había tenido una experiencia durmiendo en una estación de tren unos años atrás de viaje por Italia con mi hermana y un amigo. No estaba del todo convencido pero era lo mejor que podía hacer. Era eso o gastar buena pasta en un hotel de mayor categoría. Me tiré en uno de los bancos dentro de la plataforma. La noche estaba calida e iluminada por una luna llena que agotaba sus últimos cartuchos. Logré dormirme unos quince, veinte, media o una hora, no se por cuanto tiempo. Un tipo de la estación me despertó. Estaban cerrando la estación y echando a todos los indigentes que formaban un grupo de tener pocos amigos a un costado de la sala de espera. Otra vez a la calle. La zona de la estación no era de las más lindas de la ciudad. Estaba aun más cansado y todavía quedaba tiempo para que saliera el sol. Arrastrando la mochila llegue al único Hotel que tenia una habitación disponible. Un hotel de cuatro estrellas. Pagué a la recepcionista, que asombrada por mi aspecto me miró de pies a cabeza. Me pegué una ducha y me fui a dormir. Al día siguiente tuve uno de los mejores desayunos de los últimos años.

Ya se habían desalojado un par de hostels. Dejé la mochila en uno y recorrí la ciudad. Cardiff es una ciudad muy pequeña con pocos atractivos. En unas horas logré recorrer lo poco que tenía para ofrecer. No había dormido mucho la noche anterior y decidí volver al hostel a dormir una siesta. Entré a la habitación y me acosté en la cama. Agarré el libro de Hank que estaba perdido entre la ropa y empecé a leerlo.

Nunca me reí tanto leyendo un libro. Una cómica y vulgar parodia a los folletines - Pulp - detectivescos. Bukowski tiene ese estilo arrollador de un peleador de la calle para escribir. Nick Belane, el personaje principal, es un bebedor empedernido y maleducado que se gana la vida investigando casos, cobrando solo seis dólares la hora. Lady Death, que resulta ser la Muerte, le encarga buscar al escritor Celine, quien debería haber muerto hace muchos años. También es contratado para seguir una mujer que le es infiel a su marido, investigar a un alien llamado Jeannie Nitro y localizar algo que solo conocemos como Red Sparrow. Los cuatro casos lo llevan a una pesadilla existencial y obviamente por todos los bares de Los Ángeles. Hay muchos momentos verdaderamente graciosos y otros totalmente grotescos. Sin lugar a dudas una excelente manera de pasar toda una tarde.

Thursday, November 16, 2006

A Momentary Lapse of Reason

No entienden nada. Sino no se quedarían ahí abajo, cómodos, comiendo sus galletitas y tomando sus cocacolas. Por que no suben? Eh?. Miedosos, eso es lo que son. Mírenlos ahí, abrazados a sus hermosas mujeres, piel bronceada, anteojos de sol y trajes de baño de marca. Señalando con ese desparpajo que caracteriza a los acusadores y a los que no se atreven. Maricas!. Orgullosos erguidos y riéndose de costado. Si apenas llegué a la cima. Ni siquiera me dan tiempo para diluirlo. Solo veo agua, azul, Mediterránea y el cielo a lo lejos, formando un extraño pero hermoso horizonte. El terreno no esta seguro, temo tropezar con una piedra y caer al vació. Si me quedo mas tiempo pensando que hacer no lo hago. No debo pensar. Solo lanzarme. Mi corazón late violentamente. Doblo mis rodillas y respiro. Es hora. Allá voy...


Cala n' Brut - Menorca

Wednesday, November 15, 2006

Tunez dixit Vol. III


El objetivo que me había planteado antes de llegar al Sahara era de pasar al menos tres noches y tratar de meterme lo más adentro posible. Siempre soñé con la imagen de estar rodeado por miles de kilómetros de doradas dunas con la sola compañía del imperturbable horizonte y el cielo estrellado como guía. Y dormir en la noche abierta con una manta como abrigo y una mochila como almohada.

Lamentablemente la temporada no era la ideal para un recorrido de tantos días. El calor del verano y el mes de Ramadán no lo hicieron posible. El guía que me llevaría no tendría las suficientes fuerzas para una caminata tan larga bajo el sol por no poder beber agua. Eso me desilusionó un poco, pero no me quedó otra que hacer la excursión de un sólo día.

Me apunté en la agencia que más garantías me ofreció. La idea romántica de conocer a un beduino y ofrecerle un poco de dinero y comida a cambio de una larga caminata no fue posible. No sabes con quien te podes cruzar en el camino y no sé lo que hubiera hecho si me dejaran tirado en medio del desierto. Probablemente terminaría sirviendo como banquete ideal para cuervos y coyotes.

Dejé la mochila en la agencia y en la de mano llevé lo necesario: la cámara de fotos, un cuaderno, libro y cepillo de dientes. La excursión incluía cena y dos litros de agua, pero por las dudas compré otras dos botellas. A las tres de la tarde pasó por la puerta de la agencia el taxi que me dejaría al pie del desierto. Rodeamos un pequeño oasis y a lo lejos, atravesando un gran arco, el Sahara se abría imponente, dorado y amenazante. El taxi entró por el arco y desde la ventanilla contemplé a mi montura sentada sobre la fina arena. El beduino cargaba unas cajas sobre el lomo del camello.

- Bon voyage…, me dijo el taxista y levantando una nube de polvo se fue por el mismo camino que atravesamos.

Bon voyage. Buen viaje Andrés. Estaba solo, a la buena de un beduino y con todos mis temores y expectativas que formaban un cocktail un poco adulterado.

Las primeras impresiones siempre son las erróneas, así que me tranquilicé y respirando hondo contemplé con un poco más de tranquilidad el paisaje que se abría ante mí. La absoluta paz y tranquilidad del desierto me rodeaba. Solo interrumpida por algunas ráfagas de un viento que soplaba fuerte y que se hacía sentir.

El Sahara tiene el poder de plantarse ante uno y decir acá mando yo. Atravesame si tenes cojones, pero no me pidas que te cuide y te indique el camino. Algo que nunca pude distinguir con el Mar. El mar es vengativo y cuando se enoja su poder es de proporciones bíblicas. Pero el Sahara, como un gran jugador de ajedrez, juega con tu cabeza. Sin que puedas darte cuenta te cambia el sentido del camino, y suavemente te abandona sin posibilidad alguna de llegar a tierra firme. Su única debilidad son los oasis, pero muchos de éstos son el producto de la desesperación humana.

El beduino que me acompañó en la travesía era un encorvado hombre de piel curtida, muy curtida, con una tupida barba negra que hacía juego con el color de sus ojos. Vestía unos ligeros pantalones de pana, camisa gris plata y un chaleco negro a los que le faltaban un par de botones. Un turbante ajustado con maestría se enrollaba sobre su cabeza, dejando ver solo sus ojos y una nariz aguileña que se perdía entre el bigote y la silueta del turbante. Con una sonrisa y un forzado francés me dijo que me sentara sobre el camello, que permanecía quieto sobre la arena. Sujetándome de la montura que se ajustaba a la joroba murmuró unas palabras y el camello con un poco de dificultad se elevó y se paró sobre sus patas.

Caminando, y con una correa que se ataba al hocico de mi fiel compañero, el beduino nos guió campo abierto hacia adentro. A paso de hombre, y un poco a los saltos me fui familiarizando con el paisaje. A mi derecha y a sólo unos kilómetros un pequeño oasis de irregulares palmeras cortaba la monotonía del relieve. El viento empezaba a bufar más fuerte, como pude agarré una remera de manga larga que tenía en la mochila y me la enrollé en la cabeza. De esa manera cubrí un poco más mis ojos, aunque no podía mirar bien hacia la derecha, que es por donde el viento soplaba. Con la cámara lista empecé a sacar fotos en movimiento. Una tarea complicada por el irregular andar del camello y la constante subida y bajada por las dunas. Ya habíamos dejado atrás todo tipo de civilización y sólo nos rodeaban eternos kilómetros de arena que formaban un perfecto oleaje resplandeciente.

Luego de marchar unas tres horas finalmente llegamos al campamento donde pasaríamos la noche. Una gran tienda con una cubierta de paja y un aljibe servían como instalaciones. Otro hombre nos esperaba adentro. Respiré aliviado cuando me saludó en ingles. Necesitaba compartir todo esto con alguien y tenía varias preguntas a ser respondidas. No era un bereber y no conocía el desierto como el beduino, era un trabajo más y le gustaba la paz que le brindaba día a día estar en el desierto. Said, era un tipo bastante difícil de entrar, más cuando el beduino daba vueltas por ahí. Me costó entrar en confianza con él, sobre todo porque me mandé algunas de las cagadas que me caracterizan, como tirar agua dentro de la tienda para que las moscas no molestaran. Pero cuando supe encontrarle la vuelta fue ahí donde escuché las mejores historias. Era un pibe, no tenía más de veintiséis años pero como con casi todos los tunecinos que conocí, aparentaba algunos más.

Nunca en mi vida, pero jamás eh, estuve rodeado de tantas moscas. No es una mariconada snob de citadino, pero permanecer dentro de la carpa era insoportable, estar fuera también era intolerable, caminar, agarrar cierta velocidad tampoco servía demasiado. Traté sin conseguirlo quedarme quieto en algún lugar pero a los pocos segundos era embestido por una cantidad asombrosa de moscas. Es al día de hoy que si una miserable vuela cerca mío me produce escalofríos y ganas de estrujarla. He llegado a contar unas veinticinco en cada pie y sólo en los pies. Las peores fueron las que encontraron su lugar en el mundo en mi boca. Le pregunté a Said si tenía algún tipo de Off, ahí sí me salió el snob de adentro, pero sólo obtuve como respuesta una sarcástica carcajada. Sencillamente me dijo que me tranquilizara, que era la temporada y que las moscas iban a desaparecer cuando se haga la noche. Y así sucedió, sin antes descubrirlo pasando un veneno en aerosol que para mi sorpresa fue bastante efectivo. Las moscas desaparecieron y sólo algunas luchaban por su vida. Después logré arrebatarle el aerosol y usarlo cada vez que lo creí conveniente.

A las siete y cuarto cenamos fuera de la carpa viendo caer el sol. No tiene sentido aclarar que la puesta fue una de las más increíbles que vi en mi vida. La cena tampoco se quedó atrás. Said organizó un verdadero banquete. Mientras yo devoraba mi plato de cus-cus ellos comían lentamente, verdaderamente disfrutando de la comida y del esfuerzo que les causaba la dura jornada del Ramadan.

Le pregunté al beduino cuánto conocía del Sahara y me respondió que quince días a la redonda desde el punto de partida. Me sorprendió la manera de calcular su conocimiento, no se basaba en un sistema métrico estructurado y aburrido, en mis oídos la verdad que esos quince días se tiñeron de un tono poético. Teniendo en cuenta que para llegar al campamento tardamos tres horas, más o menos unos quince kilómetros desde donde iniciamos la travesía, se puede afirmar que su conocimiento es bastante amplio y sorprendente.

La noche se hizo presente y las moscas desaparecieron. El viento dejó de correr y todo se tranquilizó. Levantamos la mesa, tomamos un té y fumamos tabaco de manzana. Hicimos una fogata en el medio de las dunas. El cielo improvisaba un pentagrama musical sobre millones de radiantes estrellas. Intercambiamos nuevas opiniones de índole religiosa. Seguía sorprendiéndome la tranquilidad con la que defienden su Fe y sus cánones religiosos. Y lo único que me venía a la cabeza es qué estaremos haciendo mal.

Tipos como Said tienen la facilidad de no exagerar con sus argumentos. Lo que dicen lo defienden con hechos y planteos inteligentes. Es difícil separarse de lo que uno realmente piensa cuando del otro lado un tipo te describe el otro lado de la moneda. Me considero una persona que no se limita a una sola versión de la historia, sobre todo la que nos venden como la “oficial”. Trato de escucharlo todo y a partir de ahí formar una propia conclusión. La desagradable situación que estamos viviendo hoy día es gracias a una mezquina manipulación de información. Las invasiones no pueden ser justificadas de ninguna manera, sobre todo cuando se pone en riesgo la vida de un millar de niños. Caemos en inevitables generalizaciones y cada uno muere en la suya. Parece ser que todo el mundo lo sabe pero nadie se atreve a decirlo, y sólo una chispa es necesaria para desencadenar una hecatombe.

Said resultó ser un tipo agradable, cada vez que hablaba se tomaba un segundo para pensar lo que quería decir. Se expresaba lentamente y con seguridad. Solo dudaba cuando no sabia como formularlo en ingles. Me llevé un buen recuerdo de el. No sé lo que hubiera hecho sin poder charlar con alguien durante mi corta estadía.

Apagamos el fuego y volvimos a la carpa. El beduino dormía en la puerta. Las vinchucas caían del techo de paja. Una imagen del mal de Chagas recorrió por mi cabeza. Decidí dormir sobre una mesa amén si caían encima mío. La noche pasó tranquila, con la silenciosa compañía de unas ratitas del desierto que merodeaban por la cocina de la tienda. Los aullidos y ladridos de coyotes a lo lejos me mantuvieron despierto al principio pero luego logré dormirme.

Las moscas me despertaron. Era hora de usar el Raid. Me cubrí de pies a cabeza con unas mantas y logré dormir una media hora más. El beduino me despertó. Era hora de volver. Me despedí de Said y subí al camello. La caminata de vuelta resultó más placentera. No había mucho viento y paramos un par de veces a sacar unas placas más tranquilos. La foto donde aparezco sentado sobre el camello y con una remera improvisando un turbante en la cabeza la guardo en un lugar especial, muy cerca de todas esas que también han dejado una huella muy difícil de borrar.

El taxi me estaba esperando. Me dejó en la agencia que me vendió la excursión. Me di una ducha y me despedí de la gente. Tomé un louage hacia Gabés, ciudad que usé como escala para llegar a Matmata. Próxima parada.

Monday, November 13, 2006

Dublin City Blues

"I walked down Gardiner’s to Parnell Street and stopped in Londis for a pack of cigarettes. Three euros and forty cents for a ten pack Camel lights. Can you believe it? Everything’s so expensive in this city. I tried a couple of times to smoke tobacco to roll. It’s cheaper, especially if you buy them in Moore Street at the Food Market to one of the old ladies selling a sack of potatoes for two euros. But in the end, the nicotine junky habit isn’t truly and completely satisfied. So we end up paying the high government taxes for the single habit of destroying our lungs and obstructing our vascular vases.

Parnell Street amuses me. It’s rapidly turning into this little wanna be London China Town with all of these cheap one euro the hour cyber cafes turned into supermarkets, restaurants and liquor selling stores. The African stores that used to run the show are loosing terrain inch by inch. The typical Nigerian hair dresser stylist is disappearing from the local outbound. I found rather interesting that one of the liveliest boroughs in the city is hundred percent inhabited by immigrants.

So as I've said, I was strolling down Parnell St. The old junkie lady and drunken type hobos are a part of the scene. They never seem to give it a free day. They stare at people eyes, looking for a sign of redemption that’d slightly bless their pathetic existence. They’re just waiting for the call. A call that didn’t ring when it was supposed to. It hurts to see people throw their miserable lives away. Nobody put them in that position. There’s no blame to blow to. There’s no fingering anybody. They were not meant to be part of this mechanical existence. Ludicrous machines. Not programmed to engage in any social activity. Just drink their lives away..."

Sunday, November 12, 2006

Prima Nocte



Hoy me mudé al nuevo piso. Armé la mochila en lo de unos amigos que me hospedaron y bien temprano me vine para acá. El departamento esta de puta madre. Techos altos, la cocina esta muy bien equipada y con buen espacio para cocinar, las habitaciones amplias y un living room cojonudo de paredes blancas, dos sillones de dos cuerpos, una tele, dvd, equipo de audio y una mesa para cenar con amigos en familia. Solo somos tres, un francés con raíces argelinas y un irlandés que todavía no conocí. El francés es un escritor amateur de ficción. Ahora esta trabajando en una especia de tercera entrega de Alicia en el País de las Maravillas pero en el mundo cyber-náutico que vivimos ahora. Promete ser bastante interesante pero esta escrita en su totalidad en francés. Tratare de convencerlo para que rescriba algunas partes en ingles. El irlandés es fotógrafo pero tampoco se gana la vida sacando fotos. El espíritu amateur es así de significativo. Como verán, el panorama pinta de muchos colores, será una buena oportunidad de armar algún proyecto interesante relacionado con las dos pasiones que nos une a los tres integrantes del piso.

El barrio que me rodea es mejor de lo que había imaginado. A sólo unos minutos caminando estas en el puto centro de la ciudad. Y para el otro lado, yonquis, borrachos, delincuentes y pubs donde los irlandeses son la gran mayoría, se entrelazan entre los grises y tristes suburbios de la ciudad. Me gusta, se respira un aire autentico entre tanto inmigrante y turista. Sentís que te acercas un poco más a ellos y así llegas a entenderlos de alguna u otra manera. Tratar de entender porque se comportan así. De noche las calles oscuras juegan con las sombras provocadas por unos pocos faroles que alumbran las desoladas vías. Cuckoo's Lane, la callecita que me lleva hasta la puerta del departamento tiene su movida lúgubre y derrotada. Para darse vuelta y tantear qué esta sucediendo detrás mío.

Mañana tengo una importante entrevista de laburo. Importante... es una manera de ponerlo. Es un laburo distinto al que venia haciendo en Europa. El laburo de camarero esta bueno cuando queres evadir todo tipo de responsabilidad. Es dinámico pero a la vez se torna bastante monótono. Muchos colegas me preguntaron por qué no probaba con el rubro call center. Bien pago, beneficios, vacaciones, etc., etc. Atender el teléfono es algo que siempre traté de evitar. No me gusta, no tengo la paciencia para escuchar a algún idiota nervioso que no sabe como conectar su 385 a Internet. No me veo con muchas condiciones en atender clientes. Pero es algo distinto, y me basta con eso. El dinero que me ofrecen esta bien, y me puedo dejar la barba y los rulos al viento. Y eso también esta muy bien.

Es el comienzo de algo que ya conozco pero que cada día me sorprende con algo nuevo que me deja boquiabierto.

Un bife rebosado con pimienta me espera en la plancha. Esta noche se proyectará Factotum, del gran Hank Bukowski.

Promete ser una linda velada.

Thursday, November 09, 2006

Charlas de Cafe


Ok, blogeando desde el Cafe Java, a la vuelta de Grafton St. Un escritorio delante y a unos pasos de la puerta sirve como recepcion. Los clientes esperan a que la camarera los ubique en alguna mesa y les tome el pedido. Como generalmente no tomo cafe, muy de vez en cuando me gusta disfrutar de un capuccino, pedi un te y me sente en una mesa cerca de un enchufe para conectar my low life battery. Lo unico malo de la pc es que la bata dura solo una hora y cuarto. Las camareras bajan y suben constantemente las escaleras, se parece un poco al cafe donde mi hermana trabajo unos meses. Como estoy cerca de la puerta el frio que entra me hace acordar de que en algun momento tendre que dejar el cafe para salir nuevamente a la calle. Y no tengo ganas. Me acomodo mejor en el asiento y pienso que eso es solo una idea. Quizas este abierto las veinticuatro horas. Vivimos en una ciudad que se rige bajo la ley anti-tabaco, solo fume un cigarrillo en las casi cuatro horas que llevo sentado aca. Aprovecho para ponerme al dia con la correspondencia y a tirar Cv's en paginas de laburo. Nico, un amigo Italiano, volvio de Australia y me llamo desde Italia. Me sorprendio diciendo que volveria a Dublin para quedarse un tiempo en un par de semanas. Me alegre y quedamos en que se venia a mi casa hasta que se encuentre algo. Asi es la vida entre viajeros, un dia me recibis vos y el otro dia te recibo yo. En una hora tengo que ir a ver un piso. Supuestamente esta todo arreglado pero quiero conocer un poco a mis futuros companeros. La ubicacion esta muy bien, bastante centrica y bien comunicada. A pocas cuadras del Liffey.

Es bueno que existan cafes que no se llamen Starbucks.

Dubliner

Acaba de empezar un nuevo baile en Dublín. Se presentó mas linda que nunca. Me recibió como no podía ser de otra manera, con una ligera llovizna apenas bajar del bus desde el aeropuerto. Dos amigos de mi hermana me esperaban en la parada, con mucha onda me prestaron un sillón en su piso hasta que me mude. Si todo sale bien el Domingo ya estaré viviendo en un depto con nuevos compañeros . Por lo menos hasta que llegue Vic a fines de diciembre, para mudarnos juntos. Estoy contento, extrañaba mucho mi ciudad, mi hogar fuera del hogar. Me siento en casa y con muchas pilas para empezar esta tercera etapa. No veo la hora de empezar a trabajar para salir un poco de este prolongado descanso que me tomé desde que terminé de trabajar en Menorca.

Hoy me tomare la primera Heineken pint, en Doyle's y con "Take me home" de Franz Ferdinand de fondo. Solo para entendidos...

Sloncha!

Monday, November 06, 2006

Filosofia Barata y Soldaditos de Plomo


No estaremos perdiendo el tiempo con tanto letargo en nuestras vidas? No estaremos creyendo demasiado que todavía tenemos tiempo para equivocarnos y prolongar así, nuestras verdaderas tareas para los cuales fuimos formados y educados? Es tan difícil hacer lo que realmente queremos hacer en nuestra vida?

Me imagino toda una vida en la carretera. Conociendo nuevos lugares, nuevos colegas y nuevas rutas. De verdad que me siento a pleno cuando llego a una terminal nueva que no conozco. Esa excitación de no saber por donde empezar y a donde querer llegar. Quizás sea cuestión de aprovechar nuestra curiosidad. Una curiosidad que nace desde lo mas puro que considero tener. Una curiosidad que nos regala cierto paréntesis en una vida real llena de responsabilidades y ambiciones. Ambiciones que no proyecto en mi vida, por lo menos las ambiciones que todo el mundo espera que tenga. No soy un tipo ambicioso, y esta afirmación me ha causado varios entredichos con mis colegas más cercanos.

No pido mas cosas que un viaje en vista en pocos meses o la mera sensación de libertad que me acompaña siempre cada vez que decido volar y emigrar a nuevos parajes. No concibo la idea de estar en mi ciudad natal por tiempo indefinido. Me asusta, me torna molesto e inbancable para quienes me rodean. Pero no lo busco de esa manera, no se, será cuestión de una conflictiva personalidad que no me permite relacionar con la gente que más me quiere y se preocupa por mi. Encuentro mi refugio justamente estando lejos de toda esta gente. La tranquilidad para moverme como quiera, para que nadie me diga lo que tenga que hacer, y en definitiva estar en paz conmigo mismo. Si para estar bien con los que más se interesan por mí significa que tenga que estar lejos de ellos, algo tendrá que ver.

Realmente no me pongo a pensar profundamente en ello, quizás por un torcido mecanismo de defensa que me lo impide. Pero no lo puedo evitar, así me sale, y lo tomo como a una de las cosas más naturales de mi personalidad. No soy un tipo conflictivo per se, tengo mis momentos de ira y egoísmo que marcan un poco mi compleja idiosincrasia. Pero cuando me siento un poco asfixiado una luz que se prende en mi cabeza me avisa que es momento de armar la mochila y respirar nuevos aires, aires que no encuentro en los denominados buenos.

El mañana para el viajero es bastante efímero. No nos importa demasiado. En realidad tratamos de buscar una existencia que nos ofrezca un futuro incierto y a la vez excitante. Algo como no saber cuando será la próxima vez que dejemos una mochila para que repose, tranquila, debajo de una cama por algunos meses. Acomodarnos a cierta rutina que no tiene nada de rutina, porque en definitiva, estar en la carretera es experimentar constantemente nuevos intercambios culturales y emocionales. El factor tiempo en la vida de un viajero es el que marca el tempo. Porque pasa volando. Los últimos cuatro años de mi vida, que coincidieron con mis días en la carretera, pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Muchas cosas en tan poco tiempo.

En este momento de mi vida llevo cinco meses sin interrupción en armar y desarmar mochilas. De bañarme en baños compartidos, dormir en habitaciones compartidas o ni siquiera dormir en camas de verdad, reemplazándolo por unos almohadones que sirvan de colchón. No voy a decir que es lo que más me gusta porque existe cierto orden al que me subordino e involuntariamente busco. Pero el trajín que llevo a cuestas me está agotando. Otra faceta del viajero es la lucha constante contra el agotamiento físico. De verdad deseo tener una habitación propia que me permita tener cierta privacidad y ordenar un poco las cosas en la cabeza. No suelo hacer balances, no creo en eso. Creo que una persona toma decisiones teniendo en cuenta todos los pros y contras. Creo en el libre albedrío. Creo también que un destino nos lleva silenciosamente por donde más le conviene. Creo en equivocarme, y tomar la carretera más oscura y peligrosa.

Me veo viviendo donde las barrios no tienen nombre. Donde los caminos no están señalizados. Donde uno elige cuando parar, comer y dormir. Donde uno es uno y no uno más en un utópico engranaje social. No creo en las sociedades que tienden a clasificar lo más bajo y lo más alto. Es dantesco e insoportable. Temo al caos. Temo al desbarajuste social y a sus apocalípticas consecuencias. Temo a perder todo lo hermoso que hay en el mundo. Temo a no poder recorrerlo. Temo a no llegar a verlo, oírlo, olerlo y sentirlo. A tocarlo, amarlo, odiarlo e idealizarlo. El mundo es hermoso. Y único.


Meina

Friday, November 03, 2006

Tiny things over the seat of a 2nd class Train


I believe in today
and not
in
tomorrow,
time,
for a traveler
it is all
and more,
because it tends
to go faster
than everything else,
my four years
on the road,
were simply
the fastest years
in my
life.

Like
the blink
of
an eye
too many faces
and
too many
places
appeared
and
disappeared
in just a matter
of unmerciful
tick - tack time.

Over the counter
day a day
business,
the routine
of waking up
in a crowded
room
not knowing
who are you sleeping with
or
who are you
sharing with.

You see the world
from a different
angle,
another
screen,
like the window
of a train
bus or
plane,
this submerges you
deeply
in an ocean
of
curiosity
and
moving
dreams.

You pack your
backpack
and you
fill them with
memoirs,
endless souvenirs
that you
keep
as your most
loving
treasures,
hoping
to bring them
safely
back
home

There’s no home
like home
per se,
home is where
you leave
your bag
under
a bed
To rest


Traveling,
For me,
It’s all
And
What I do
At my best
I feel
fulfilled
with
just a bag
and
the will
to
live
new stuff

Meina 02/10/06

Thursday, November 02, 2006

Poesías Encontradas

De mecenas y Julianas

miro por la ventana
al alba de la noche
calles que se pierden
en sinuosas curvas
que
suben
y
bajan
entre medievales barrios
de piedra y
tiempo

Junto fuerzas
de donde no tengo
toy cansado
tanto tiempo
en la carretera
quiero dormir
y
soñar
despierto
levantarme en buen puerto
y
mudarme
a una
habitacion
lejos
de todo

el sentido del hogar
es lo que uno
primero
siempre pierde
queda
en uno
encontrar
su lugar
en
el mundo
pero
la verdad
en
no tener esa
sensacion de hogar
hace que todo
sea unico
y
real

entonces la mochila
a punto
de ser cargada
sobre una curtida
espalda
es lo que hay que tener
bien a mano
para el dia
que
sienta la necesidad
de volar
este preparada
como
uno,
sea
ahora
o
adelante
para siempre
y
por siempre

un billete
bajo el brazo
y
la cabeza
apoyada
contra la ventanilla
garabateando esperanzas
de recorrer
lo nuevo
lo que no conozco
y
deseo conocer
y
dejar
mi mochila
sobre el piso
a punto
de ser
armada
para escapar
de mi felicidad
y
mi futuro

Meina 2/11/06

Wednesday, November 01, 2006

Entre aduanas y Marruecos


Una larga cola de viejas mujeres marchaba tranquilamente por un sendero delineado por conos y vallas. Éstas vestían largos vestidos y cubrían sus caras con finos velos negros. Soportaban el peso de una canasta de mimbre sobre sus cabezas cargados de lana de oveja. Los hombres que encapuchados, vestían largas túnicas y llevaban de una firme cuerda a unos burros cargando cajas a más no poder. Niños corrían y jugaban con una deshilachada pelota de fútbol y unas botellas de coca cola como postes. Varios de ellos mendigaban a los autos que salían de la frontera o se refugiaban a la sombra de sus padres. Los más viejos simplemente estaban sentados sobre una pequeña colina y miraban los autos pasar.

Un oficial marroquí se acercó al auto y nos entregó unos papeles para llenar. Los completamos y bajamos del coche, dejándolo a Agustín para que se quede cuidando las cosas.

Nos acercamos a la ventanilla de la aduana. Una pareja estaba delante de nosotros. Un policía parado cerca nuestro gritaba unas palabras en árabe a unos jóvenes que se acercaban demasiado a los coches. Un grupito de españolas que recién habían llegado discutían con unos moros que se cruzaban delante de su auto. Nacho miraba todo sorprendido, desde que cruzamos la frontera que no paramos un segundo de mirarlo todo con los ojos abiertos. Era como si una burbuja de tiempo nos protegía de un miedo que nos invadía dentro, una mezcla de temor y excitación que nos alentaba a seguir viaje y de una vez por todas volver a la carretera.

La pareja terminó con el papeleo y nos dejaron su lugar. Agustín se nos acercó.

Entregamos los pasaportes y los papeles de migración y del coche al oficial. Éste los miró detenidamente y se los fue pasando a otro hombre que anotaba los datos en una computadora. Agendaron los datos de Nacho y Agustín sin que hubiese ningún problema. Cuando llegaron al mío, el tipo de la computadora dejó de tipear y se los devolvió al primer oficial. El policía arqueando las cejas me miró con fastidio y abrió nuevamente mi pasaporte.

- El señor Mariani. Qué significa lo de Productor de Televisión?, me preguntó y mis dos compañeros de viaje se dieron vuelta para mirarme.

Unos minutos antes, cuando estábamos llenando los papeles yo jugaba con la idea de poner mi verdadera profesión, aunque nunca haya tenido algún tipo de experiencia. Unos meses antes me había graduado y era de esperar que quiera poner mi título terciario.

- Usted ha venido a hacer un documental?, me preguntó con un poco de agresividad.

Cuando les comenté a mis compañeros en el auto que iba a poner lo de productor de televisión, Nacho, con su habitual temperamento me dijo sencillamente que me deje de gilipolleces. Agustín se reía y motivaba a que lo ponga.

- Puedo ver el permiso gubernamental para eso?, preguntó sin siquiera mirarme.

Yo estaba seguro que el tipo estaba jugando conmigo. Tranquilamente pude meter una videocámara y grabar lo que se me plazca sin tener que avisarles. Encima Agustín era el que tenía la cámara encima. Nacho, que ya estaba un poco nervioso jugaba con el llavero del auto.

- Y bien caballero?, ahora sí preguntó con un poco más de impaciencia.

- No oficial, no tengo ningún tipo de permiso gubernamental ni tampoco vine con las ganas de hacer un documental, le contesté para mi sorpresa con seguridad y valentía.

- Y entonces qué significa esto de la televisión?

- Nada, soy estudiante pero vengo a Marruecos en plan viaje de placer. Quiero conocer su país y cultura. Ninguna intención de grabar algún tipo de documental, video o película.

El tipo me estaba poniendo de mal humor. Se supone que tienen que tratar bien a los turistas ya que son la principal fuente de ingresos. Pero no se lo hice saber. Es mejor no decir todas las cosas, y la verdad me sentía un poco mal con mis colegas que estaban pasando un momento tenso por mi culpa.

- Mire, déjeme cambiar la solicitud y ponga solamente que soy estudiante, que es en definitiva lo que soy, le dije con ganas de terminar la conversación.

Con cierto malestar agarró el papel de migración y tachó lo que había puesto. Selló los pasaportes y nos lo entregó. Entramos nuevamente al auto y tras una fuerte discusión con Nacho arrancamos y nos abrimos a este nuevo mundo que nos estaba esperando para vivir nuevas aventuras y experiencias.

Luego, al finalizar el viaje nos acordamos de esta anécdota entre risas y cervezas en un pequeño hotel cerca de la frontera española. El viaje quedó fuertemente documentado en los quince rollos de fotos que saqué y en la hora y pico que Agustín grabó con su videocámara.

Monday, October 30, 2006

Book Reviews

Una nueva sección en el blog. Un breve resumen de porque disfrute leer este libro y en que momento de mi vida lo agarré. También servirá para que ustedes, los lectores, comenten y recomienden otros libros. Espero su participación para que todo esto no sea tan monótono.


Para abrir esta sección voy a elegir uno de los libros que considero de cabecera. “Junky” de William S. Burroughs. Tenía veinte años recién cumplidos y recuerdo que estaba viviendo mi primera etapa en Dublín. Fueron tres meses que sirvieron para darme cuenta un poco lo que quería de mi vida. Y lo que quería en ese momento era recorrer Europa de Lisboa a Moscú. Conocer a fondo la cultura del mochilero y del hostel. Viajar en tren y tener una aventura con mi compañera de asiento, que siendo europea, me llevaría a su casa en Parma y así poder alargar un poco más el viaje. Soñaba con el clásico y eterno giro de tres meses, que luego, cuando los viajes fueron formando una tangente concreta, fui dándome cuenta que eso era una locura. No se puede disfrutar a pleno un viaje tan largo. Te agota, y en definitiva uno no disfruta realmente a fondo lo que esta visitando. Pero esa es otra historia.

No recuerdo muy bien por que elegí este libro entre los miles que había. Nadie me había hablado de Burroughs, y menos de toda esa generación de inconformistas etiquetados como “Beats”. En ese momento leía esporádicamente, alternaba meses que leía compulsivamente y otros que ni me les acercaba. No encontraba la motivación para agarrar un libro. Tenía cierto bagaje encima, gracias a la colaboración de un amigo que siempre trató de volcarme su amor a los libros. Pero mucha bola no le daba.

De movida el título me impactó. Junky, junk, caballo, heroína, adicto. La tapa, una edición de la Penguin británica que ilustra el medidor de una aguja con un líquido anaranjado burbujeante también logró captar mi atención. “Don’t judge a book by its cover” se dice por ahí. Pero por suerte le hice caso al impulso consumista. Lo devoré en un día y medio, y gracias a Burroughs descubrí a una generación de autores que contaban lo que en ese momento de mi vida quería escuchar. Puede parecer trillado pero todos tenemos algun momento donde se produce cierto quiebre en cierta monotonia. Junky fue ese quiebre.

Prohibido y censurado, rápidamente se transformo en un clásico de culto. Me sorprendió el poder para transmitir su mensaje y la sencillez con la que relataba sus primeras experiencias con la morfina, detonante principal a lo largo de toda su obra. Especialmente en el Almuerzo Desnudo y su apocalíptica visión de ver el futuro. La novela también cuenta con un valiosísimo slang under, donde el significado se puede consultar en un glosario al finalizar el libro.

Cita Favorita: "A junky runs on junk time. When his junk is cut off, the clock runs down and stops. All he can do is hang on and wait for non-junk time to start."

De Tapeo en Tapeo


La rueda gira y gira
Solo miro su estela
Ancha y marcada
Suave y melancólica
Trato de no pisarla
De tener cuidado
De entenderlo
De ubicarlo en un tiempo y espacio
Mas allá del tiempo real y exacto
La vida sigue…
Gira y gira
Coleteando como una estrella fugaz
Desvaneciendose en energia y velocidad
Se consume
Y se desangra
Lloran los angeles…
Un chasquido de dedos,
Y todo se termina,
Desaparece,
Es efímero y esta bien
Para que jugar?
Me arropo y me abrazo a la oscuridad…
camino entre yonquis,
desesperados por el habito
de sentirse acompañados
por una desolacion utopica
en manos de furiosos poderes
que estrangulan
y manipulan
todo lo verdadero
que tiene el mundo
La ciudad se estremece...
late,
y tiembla

Fantástica colección de Estampitas

Una poesia que escribi hace un tiempo y rescate de los archivos de mi amigo Chinaski. Un parate mental en una tipica jornada laboral. Forma parte de una coleccion de poemas y de poetas que fundaron una Sociedad Psicodelica Pop de Poesia Amateur.

llora el crío
llora de hambre
llora de sueño
llora porque esta sucio
llora porque esta solo
un hombre en una encrucijada
el diablo se asoma en un cadillac negro
Hey crío! hacia donde vas? pregunta,
Hacia el Nortea ver las luces
No nací para seguir a nadie
No nací para sonreír
No nací para creer en algo
No nací para decirte lo que tenés que hacer
No nací para ser feliz
Sácate el peso de encimay pónmelo a mi
Sácate la cordura y préstamela a mi
Sácate la mascara y cree en mi
Ahí va Moisés en su arca
Hey Amigo! hacia donde vas?
Acompáñame, llegarás mas rápido!
No gracias Moisés,
Temo tus poderes y camino solo
a ver las luces del Norte

Friday, October 27, 2006

Tunez dixit Vol. II

Otro adelanto de lo que vendra del relato de Tunez. Sigo laburando con eso, pero todavia falta un tramo. Las fotos siguen sin ser reveladas, a esperar a nuevo aviso. Espero que lo disfruten...

"Dejamos la ciudad para ir a su casa, a una hora combinando dos buses desde Bizerta. Imtiez vive en un pequeño pueblo humilde, que reposa tranquilo sobre kilómetros de llanura dominada por verdes olivos y casas de rojo ladrillo.

Llegamos a su casa y la madre nos esperaba sentada sobre la galería del patio interno. Una mujer de unos cuarenta y cinco años que aparentaba algunos más, de ojos color nuez y suave sonrisa. Nos presentaron y con su mano indicó donde debería sentarme. Mientras conversábamos preparaba una mermelada de higos para la mañana en el desayuno. El otro hermano y el padre llegaron juntos un rato antes de la cena. El jefe de familia me sorprendió con una gran sonrisa y un fuerte apretón de manos. Salimos a dar una vuelta por el pueblo y todos se acercaron a saludarme y preguntar de donde venia.

Una niña que apenas caminaba me tomó cariño y con un gesto pidió que la subiera a mis hombros. Casi toda su familia vive en el mismo pueblo. Caras castigadas por el laburo de campo diario, pero honestas y de risa fácil. Están lejos de todo y no parecen enterarse. No les hace falta, nacen y mueren en el mismo lugar. Los valores y las tradiciones se forman a través de la familia, que suelen ser muy numerosas e integrada por varios clanes. Siempre es lo primero y luego existen. Les une una relación simbiótica, lo que le pasa a uno lo siente el otro. Y así se manejan, así se comunican y así viven"

Entre Raquetas y Encordados

Jornada a puro tenis en Basilea

Agarramos el mapa rutero de Europa, aquel que me compre una tarde en Belfast y el que sirvió como referencia para mi primer gran giro europeo con primo y su ex. La compra de un motorino en Meina resulto más difícil (y caro) de lo que esperábamos. La verdad es que no nos queda mucho tiempo por acá y ya nos acostumbramos a subir caminando la cuesta arriba al departamento.

Entre chinchones barajamos algunas rutas. Verona-Trento-Venecia, Verona-Ljubljana (Eslovenia)-Zagreb (Croacia). Una nueva ruta por Italia no era de nuestro agrado, y el paseo por el Este no encajaba demasiado en nuestro ajustado presupuesto. Leyendo los diarios de la Web nos enteramos que se estaba jugando el Davidoff Swiss Indoors en Basilea, con figuras como Federer, Nalbandian y Nadal como las mas taquilleras, y con la siempre numerosa presencia argentina, teniendo la oportunidad de ver a nuestra gran joven promesa Juan Martín del Potro, en un duelo juvenil contra la nueva figura británica Andy Murray.

Entonces un paseo por el norte de Italia y Suiza gano la pulseada. Averiguamos por internet donde podíamos alquilar un auto. Arona no cuenta con servicio de autonoleggio. Nos caminamos todos los talleres mecánicos de Arona que prestan servicio de alquiler y todos coincidieron que no tenían para nosotros. Agus con una licencia menor de un año y yo con 23 complicaban los trámites.

Decidimos ir para al aeropuerto de Malpenza, quizás en alguna agencia mas popular no íbamos a encontrar tantas restricciones.

Luego de preguntar en las marketineras Hertz, Avis y Europe Car, agencias bastantes caras y con muchos cargos extras, encontramos la que mejor se ajustaba a nuestro presupuesto. Easy Car fue la compañía que confió en nosotros. El alquiler con el seguro nos costo 48 euros por día, con kilometraje ilimitado. Firmamos y nos volvimos a Meina sobre ruedas.

Nuestros planes generalmente se cocinan a último momento, como más le gusta a mi compañero de viaje. Llegamos al depto, preparamos unos sándwich de salame y queso, agarramos unas frazadas para pasar las dos noches en el auto y varias botellas de agua. Reservamos las entradas por teléfono, estarían disponibles en el estadio la mañana siguiente. Ahí nos enteramos que Federer jugaría el día anterior, pero eso no nos detuvo a continuar con el viaje.

Recorrimos la ruta del Lago Maggiore hasta Locarno, Suiza, donde tomamos la autostrada a Basilea. Llegamos a las nueve de la noche y nos fuimos directamente al estadio para ver si podíamos disfrutar por unos games del tenis monopolista del numero uno del mundo. El partido había terminado pero nos dijeron que Rogelio estaba apunto de salir del estadio. Otros fanáticos esperaban ansiosos con pelotas y programas a punto de ser firmados. Algunos prendían las digitales o preparaban los teléfonos. Con la humildad que nos tiene acostumbrado, en prendas deportivas y una gorra Nike que le tapaba parcialmente la cara, salio por una pequeña puerta al frió de la noche. Los fans, que por exceso de respeto o fría idiosincrasia lo recibieron con unos tibios aplausos. Agus lo documentaba todo con su video cámara mientras yo trataba de sacar alguna placa con la también cámara digital de Agustín. Un Mercedes Benz espectacular lo esperaba sobre el camino. Finalmente se despidió de la gente y se subió en el asiento del conductor y salio disparado para la salida. Nos quedamos con las ganas de verlo jugar pero al menos lo pudimos ver unos minutos.

Tomamos unas birras en un bar del centro de Basilea y nos fuimos a dormir a un barrio tranquilo residencial de la ciudad. Nos levantamos a las nueve, desayunamos unas delicatessen suizas y nos fuimos al complejo deportivo.

En el court principal nos esperaba el primer partido de la jornada. El Chucho Acassuso contra el catalán Albert Montañes. Acassuso con su habitual displicencia para moverse manipulo el partido a piacere y con un tranquilo 6-4, 6-3 paso a los cuartos de final. Unas alemanas me preguntaron si era el hermano del misionero, haciendo gala de una tenistica vincha negra sobre mis rulos respondí que si.

El partido del Bombardero de la Reina Fernando González no empezaba sino dentro de una hora. Aprovechamos para recorrer los pasillos del abierto y ver que nos ofrecían. Stands publicitando joyerías, marcas de ropa, encordado de raquetas y última tecnología dominaban el circuito. Algunas promotoras buscaban firmas patrocinando el torneo. Un gran número de niños caminando con sus raquetas se sacaban fotos ante cualquier cartel publicitando la imagen de Roger Federer. Averiguamos por las remeras oficiales del torneo pero estas estaban a 48 francos.

El partido González – Simone Bonelli fue sin dudas el mejor del día. Un ajustado 7-6 / 6-7 / 7-6 le dio la victoria a un nervioso y dubitativo chileno contra un italiano rankeado 123 que le puso garra y buen juego. González consiguió la diferencia en los puntos más importantes del último tie break. El Bombardero nos ofreció una clínica en como meter 20 aces sin tener que sacar a 200 km/h.

El siguiente match programado en el Court Central era el del siempre amargo Tim Henman contra el belga Olivier Rochus. Pero en el Court numero 2 se presentaba nuestro querido jugador devenido en conductor Juan Ignacio Chela contra el Pippo Volandri. Vimos el primer set del ingles, mi debut viendo a un jugador con un claro juego de saque y volea. El partido lo gano cómodamente Henman por 6-4 / 6-2.

El partido de Chela estaba terminando. El argentino se imponía con autoridad 6-4 / 5-3. Pero el italiano a puro revés paralelo le quebró el saque ganador y lo llevo a un doble 5. Los argentinos en el Court se hacían notar y gritaban un “Dale Juan” para animar al nacido en Ciudad Evita. Chela respondió y se metió fácilmente 6-5, esperando el saque del italiano. Finalmente le quebró y tirando una pelota a la tribuna festejo el pase a la próxima ronda.

Almorzamos dentro del complejo. Yo fui con el arroz vietnamita y gambas, y Agus busco algo más autóctono como un frankfurter con mostaza acompañado por un pretzel.

El próximo partido que vimos fue el del Gordo Calleri contra el local Stanislas Wawrinka. El partido contaba con un invitado en el palco de los jugadores, la presencia del ex arquero de River: Franco Costanzo. El primer set fue muy parejo, Calleri estuvo a dos puntos de llevárselo pero se equivocó en las importantes. Finalmente el suizo se lo llevo en un ajustado tie break por 7-6. El Gordo no encontró respuestas a su juego en el segundo set y fallando mas de lo que metió perdió su saque dos veces dejando las cosas en un claro 1-6.

Con el clásico tema “We will rock you” de Queen, presentaron el partido de David Nalbandian contra el croata Roko Karanusic. El jugador, no tan gordo como se ve en la TV, domino el partido como quiso. Se nota que una de sus principales virtudes es la inteligencia con la que plantea los partidos. Con su revés demoledor lo fue llevando de una punta a la otra de la cancha hasta matarlo con drops y drives paralelos. El match fue un tramite y en una hora exacta se llevo el encuentro por un 6-2 / 6-4.

Eran las nueve de la noche y quedaba un partido antes de terminar la jornada. Por los parlantes del Court Central avisaron que Andy Murray no se presentaría. En su lugar pusieron al lucky looser Ron Lindstedt. Vimos los primeros games del partido y ya cansados de tanto tenis dejamos el estadio.

Salimos esa misma noche para Lucerna. Hora y media después llegamos a la ciudad que nos sorprendió con una vida nocturna agitada, y unas caras que nunca vi en Suiza. Tomamos una jarra de cerveza en un bar y volvimos al auto para dormir y despertarnos la mañana siguiente a las ocho para volver a Italia y dejar el coche en el aeropuerto.

Friday, October 20, 2006

A Meina / A Casa

Alora, estamos en Meina. Roma sera solo un sueño efimero, pero estoy lo bastante triste por dejar una ciudad como tal. Partimos en tren, con mi colega Agustin hacia el Norte de Italia. Precisamente Meina, un pueblito donde mia nonna nos ha regalado un lugar en el mundo. A 65 kilometros de Milano, es un pueblo perdido en la montana mirando al Lago Maggiore. La region es espectacular, a solo 30 kilometros bordeando el lago esta Suiza.

En busca de clases de italiano, de algun tipo de trabajo, aunque no ponemos muchas esperanzas en ello.

Compraremos una moto, esencial por la cuesta arriba hacia el departamento. Y claro, para tener algun tipo de vida social.

Internet wireless, muy dificil. Tratare de postear nuevas historias con regularidad.

Por lo pronto, a posto y ci vediamo doppo!

Sunday, October 15, 2006

Abstracto


Estoy solo y confundido en la habitación de mi colega que me esta bancando hasta que encuentre algún lugar roñoso y barato para vivir. No es que me guste vivir en la roña, solo que esta ciudad, Roma, no te permite alquilar algo a menos que tengas seiscientos euros por mes para bancartelo. Pero quien tiene esa cantidad de dinero? Entonces me tengo que ir a vivir a cuarenta minutos del centro, hacer tres conexiones, pelearme con mi vecino de asiento porque se durmió y babeo sobre mi saco, caminar las diez cuadras que me separan de la parada del bus, esquivar la mirada de cualquier vago que se me cruce porque sino se arma, quedarme sin cigarrillos y caminar otras diez cuadras en una dirección totalmente opuesta al piso, llegar y darme cuenta que me olvide las llaves en el laburo y que mis compañeros de piso no están, sentarme en las escaleras de entrada, como estoy sin abrigo porque esa misma mañana hacia mucho calor empezar a tiritar en la noche otoñal, entonces estornudo, toso y me engripo para después escuchar el inteligente comentario de mi compañero que una hora y media mas tarde llega: Que haces boludo?, putearlo un poco, subir discutiendo en el ascensor, que no cabe ni el mas pequeño de los enanitos cabezones, entrar al piso y notar que mi otro compañero SI estaba, solo que no tenia ganas de atender el portero eléctrico porque estaba finalizando de leer los últimos capítulos de “Los Idiotas”, ir a mi habitación, desnudarme y meterme en la ducha, el agua caliente no funciona porque los últimos inquilinos no pagaron el gas, volver a ponerme el mismo calzón, tener hambre y darme cuenta que no tengo comida en la alacena, comer pan con manteca porque ni mermelada de naranja me quedo, volver a la habitación, prender la televisión, no entender lo que dicen, apagarla y cerrar los ojos, luego pensar y dudar si verdaderamente uno existe.

NYC Blues



De ahí salimos por una colectora bordeando el río para el Uptown Manhattan, precisamente la zona del Harlem, la tradicional city within the city de mayoría negra y latina. En la 125st. nos topamos con el teatro Apollo, aquel garito famoso donde personajes como Johnny Coltrane, Ella Fitzgerald y Miles Davis sudaban ante un público post guerra oscuro con ganas de vivir y perderse un rato entre frenéticas sesiones de jazz y nubarrones de espeso humo. Bajamos a sacar unas placas mientras algunas pandillas nos miraban celosamente a poca distancia. Volvimos rápidamente al auto para seguir subiendo en busca del famoso cubanito donde el viejo y sus amigos se juntaban a comer. Mientras mas subíamos mas nos metíamos en el corazón del barrio. Monoblocks dominaban el paisaje, negocios y tabernas con viejas y tristes luces de neon se destacaban entre un millar de graffitties sobre raídas y gastadas paredes. Grupos de pandillas vestidos con pantalones negros, camisetas y gorros blancos rapeaban rapsodias urbanas ante la diligente mirada de policías aparcados frente a ellos. Finalmente encontramos el garito, una larga barra atendida por unas camareras cubanas y al fondo dos mesas ocupadas y otras dos libres donde nos sentamos. Pedimos dos porciones de bananas fritas con mojito y unos bocatas cubanos. A la vuelta nos dejaron en el apartamento y nos despedimos de los primos.

Saturday, October 14, 2006

Degenerados Estupefacientes

Mi cabeza germina influencias,
directas,
como el silencioso chascarrillo de calor
en las más oscuras cavernas del tiempo.

En el invierno de mi descontento
el arte ruge dentro de mí
insatisfecho,
incongruente,
incompleto,
incomprendido

Por mis venas se diluye la música,
la ficción
el pop bestial,
la renta, las cuentas y el fin de mes.
la bohemia,
el ocasional flash back,
la poesía,
mochilas pesadas,
camperas abrigadas,
y estaciones de paso

A mis queridos favoritos
aquellos que en la absoluta adversidad
bajo el cobijo de un manto de locura
supieron controlar el equilibrio ausente
y sin aviso

La pluma de Kerouac,
espontáneo espíritu
trasladado a su prosa,
y a toda una generación disconformista
en el mas absoluto de los tiempos conformistas,
rabiosas conversaciones
bajo un espeso humo de marihuana,
vino, y furiosos bebop,
aventones en el desierto
en plena soledad y dicha

El pincel de Magritte
surrealista de lienzos infinitos,
trazos escapistas
manzanas podridas y
amenazantes muchachos de galera,

Anfetaminicas poesías escupidas
detrás de una guitarra
y una harmónica,
comandante en jefe del folk
blues sobre héroes y tumbas,
bajo una fantástica colección de estampitas

Pasajes audaces sobre pentagramas amateurs,
el don de ser LO todo
y LA nada,
y ese bajo...
marchando como soldado raso
frente a una revolución,
pum pum bom bom
puentes y melodías de ayer
déjalo ser pablo

Podría estar horas y horas
garabateando diatribas sobre pensamientos concretos
pero llueve sobre mojado
o algo así me enseñaron en la escuela